domingo, enero 28, 2007

Paseo 61: Amalgama poética (Jarchas, Jorge Manrique, San Juan de la Cruz, Quevedo, Fray Luis de León, Garcilaso de la Vega, Góngora, Lope de Vega, Bécquer, Espronceda, Rosalía de Castro, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Unamuno, A. Machado, M. Machado, Salinas, Lorca, Cernuda, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Alberti, Gabriel Celaya, Blas de Otero, Pablo Neruda, César Vallejo, Octavio Paz, J.A. Goytisolo, Pureza Canelo, Oliverio Girondo, José Hierro, José Ángel Valente, A. Valverde, Miguel Hernández, Nicanor Parra, Daniel Casado, León Felipe, J. M. Rozas, Ada Salas, Ángel González, Ángel Campos, Javier Rodríguez Marcos y... tantos otros...)
En: http://www.saborliterario.blogspot.com/



Dejadme oír. Que hasta mí lleguen vuestras voces cargadas de futuro. Dejad que desde la tradición a nuestros días vengan a mí vuestros versos, llenos de vida, de anécdotas, de experiencias. A veces como espinas, otras como bálsamo, como revulsivo, como consuelo, como vida... Dejad que sienta vuestros versos, prestádmelos, alejados de todo, siendo ellos mismos, sin intermediarios, incluso sin vuestras voces, sólo por un instante... Vuestros versos desnudos, despojados de su contexto, de siglos, de distancias, de su voz original, unidos a los versos de otros, incluso alejados de su disposición tipográfica original, permitidme esta licencia, os lo ruego. Y no es que haga falta este cambio, son perfectos tal como son, pero es una necesidad mía, y es que quiero sentir esos versos, los versos de todos, que me pertenezcan, que salgan de mi boca cual arenga que atrae tras de sí nuevos ánimos, nuevas razones, nuevas esperanzas, nuevas fuerzas para cambiar el mundo, no sé, quizás para mí mismo... Sé que detrás de vuestros versos estáis vosotros, que es vuestra vida la que está ahí, que es vuestra mirada, con vuestro sentir, con vuestras penas y alegrías, con vuestras dudas y creencias, con el milagro de la creación... Pero ahora, hoy, con esta amalgama, yo quisiera hacer nacer una única voz, una palabra, una respuesta, una mirada, una luz a través de la poesía, de vuestra poesía. Os doy las gracias por ello. Por crear estos versos, por prestármelos, por permitir esta aberrante amalgama. Gracias.



“¿Qué haré ?¡Amado, no te apartes de mí!...Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando, cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor... ¿Por qué volvéis a la memoria mía, tristes recuerdos del placer perdido, a aumentar la ansiedad y la agonía de este desierto corazón herido?...Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día... Perdonadme: he dormido. Y dormir no es vivir. Paz a los hombres. Vivir no es suspirar o presentir palabras que aún nos vivan. ¿Vivir en ellas? Las palabras mueren. Bellas son al sonar, mas nunca duran... Todo lo consumado en el amor no será nunca gesta de gusanos... Supe por el dolor que el alma existe.Por el dolor, allá en mi reino triste, un misterioso sol amanecía... Mientras por competir con tu cabello... ... Corazón, te han herido con una rama verde... ¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido... Carne de yugo, ha nacido más humillado que bello... Salid sin duelo, lágrimas corriendo... Volverán las oscuras golondrinas... No quiero que te vayas, dolor, última forma de amar... Caminante, son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino: se hace camino al andar... Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela... Y tú me lo preguntas, poesía eres tú... Por ti el silencio de la selva umbrosa, por ti la esquividad y apartamiento del solitario monte me agradaba; por ti la verde hierba, el fresco viento, el blanco lirio y colorada rosa y dulce primavera deseaba... ¡Ay, cuánto me engañaba!... El que no ha conocido el sabor del naufragio no conoce la vida... Margarita, está linda la mar y el viento lleva esencia sutil de azahar... Así es mi vida, piedra, como tú... Puedo escribir los versos más tristes esta noche... Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas, sin testigo, libre de amor, de celo, de odio, de esperanzas, de recelo... Cuando contemplo tu cuerpo extendido como un río que nunca acaba de pasar,como un claro espejo donde cantan las aves, donde es un gozo sentir el día cómo amanece... Poco a poco me fui quedando solo Imperceptiblemente: Poco a poco... Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la vida, tan fuertes. ¡Yo no sé!... Se miran, se presienten, se desean, se acarician, se besan, se desnudan... Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierra de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero... Alzóse al alba la voz del hombre que rezaba... Concededme siquiera este refugio, este lugar al sol donde escribir sin culpa, libremente, donde cada palabra sea un acto de amor que se hace piedra, flor de sueño, sed de nubes... Vino primero pura, vestida de inocencia, y la amé como un niño... Verde que te quiero verde... Para vivir no quiero islas, palacios, torres. Qué alegría más alta: vivir en los pronombres... Te pedí muchas veces que existieras. Hoy te pido otra vez que existas, ¿dónde existes?...Besas como si fueras a comerme. Besas besos de mar, a dentelladas... He ido muriendo hasta llegar al día en que espejo de espejos, soy un extraño a mí mismo y descubro no vivía... La cebolla es escarcha, cerrada pobre... Evitar hacerse sangre en la planta del pie con los trozos de las palabras rotas al caminar descalzos... Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios, ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas, mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal, metal, música, labio, silencio, vegetal, mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo... Ni piedra de una audiencia, ni piedra de un palacio, ni piedra de una iglesia, como tú, piedra aventurera... Se equivocó la paloma. Se equivocaba. Por ir al norte, fue al sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba... ¡Oh llama de amor viva, que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro!... Yo amaba todo: un noble sentimiento exaltaba mi ánimo y sentía en mi pecho un secreto movimiento, de grandes hechos generoso gula... Sube ven a nacer conmigo, hermano. Dame la mano desde la profunda zona de tu dolor diseminado... Me gustas cuando callas porque estás como ausente... He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas... Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir... Platero es pequeño, peludo, tan blando por fuera que se diría todo de algodón... Un soneto me manda hacer Violante, que en mi vida me he visto en tanto aprieto... Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas... Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja... No quiero más que estar sobre tu cuerpo como lagarto al sol los días de tristeza... Desmayarse, atreverse, estar furioso... Como el toro he nacido para el luto... Habito una ciudad de la memoria. Me obliga a ello la pobre realidad que determina la imagen que refleja. No me anima un anhelo proclive a la nostalgia... Yo doy todos mis versos por un hombre en paz... Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una fontana fluía dentro de mi corazón... Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando... Donde habite el olvido, en los vastos jardines sin aurora... Yo quiero ser llorando el hortelano... Soy alguien que se obstina por conservar en vano en su memoria imágenes fingidas... Cuando el hombre se extinga, cuando la estirpe humana al fin se acabe, todo lo que ha creado comenzará a agitarse, a ser de nuevo, a comportarse libremente... ¡Cuán manso y amoroso recuerdas en mi seno donde secretamente solo moras y en tu aspirar sabroso de bien y gloria lleno cuán delicadamente me enamoras!...He decidido, libre, pedirle a estos poemas sólo digan tu nombre... Poeta ayer, hoy triste y pobre filósofo trasnochado...El ciego sol se estrella en las duras aristas de las armas...Dos rojas lenguas de fuego que, a un mismo tronco enlazadas...Voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir...Creo en el hombre. He visto espaldas astilladas a trallazos... A las cinco de la tarde. Eran las cinco en punto de la tarde... Yo voy soñando caminos de la tarde... Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres... Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero... ¡Qué no quiero verla! Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena... Yo no necesito tiempo para saber cómo eres: conocerte es el relámpago... Te hablaría de amor, pero la muerte... Tu risa me hace libre, me pone alas... Tal es mi poesía: poesía-herramienta a la vez que latido de lo unánime y ciego. Tal vez, arma cargada de futuro... Cuando te nombran, me roban un poquito de tu nombre; parece mentira que media docena de letras digan tanto... Este es el hombre. Poca cosa. Nada... Señor, ¿qué nos darás en premio a los poetas? Mira, nada tenemos, ni aún nuestra propia vida; somos los mensajeros de algo que no entendemos... Entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso... Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo pasar por todo una vez, una vez solo y ligero, ligero, siempre ligero... Debo morir. Y sin embargo, nada muere, porque nada tiene fe suficiente para poder morir... El visitante me abrazó, de nuevo era la juventud que regresaba, y se sentó conmigo... Debí amar las palabras; por ellas comparé, con cualquier dimensión del mundo externo; el mar, el firmamento, un goce o un dolor que al instante morían... Yo aprendía, sin saberlo, la inutilidad de la belleza... Como si nunca hubiera sido mía, dad al aire mi voz y que en el aire sea de todos y la sepan todos igual que una mañana o una tarde... No sé si soy ahora aquel de esta mañana. Alguien, envejecido, me ha robado mi imagen... Narciso es una fábula de infancia. Un habitante solo tiene el mundo... Me has herido de vida desde toda tu muerte... Nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canción... Porque sólo soy mundo si me pienso. Porque sólo soy tiempo de mi espejo... Vamos a conjugar mundo A decir no puedo más... Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros: lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman: -Ahí va la loca, soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos... Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo... Esta noche decido tener contigo un libro. Comienzo en ti a engendrarlo escribiendo estos versos que en tus labios he visto... Tanto querer ser yo, tanto querer ser hombre, rueda de mi destino, que me he vuelto tan sólo el sueño de mí mismo en ya distinta voz y en diferente lengua... Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito... Me llamo barro aunque Miguel me llame... Y ella ha viajado y ha viajado, mareada por el ruido de la conversación, por el traqueteo de las ruedas y por el humo, por el olor a nicotina rancia. ¡Oh! : noches y días, días y noches, y noches y días, días y noches, y muchos, muchos días y muchas, muchas noches... Porque todo es camino, porque por estas cosas me conduces con mano misteriosa a la luz de Tu rostro... Sí dolor; sí inteligencia. La creación más allá de nosotros... ¡Oh!, los que no sabéis las agonías de un corazón que penas a millares, ¡ay!, desgarraron y que ya no llora, ¡piedad tened de mi tormento ahora! Oh, dichosos mil veces, si, dichosos los que podéis llorar! y, ¡ay, sin ventura de mí, que entre suspiros angustiosos ahogar me siento en infernal tortura!... ¡Inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas!...Que mi palabra sea la cosa misma, creada por mi alma nuevamente. Que por mí vayan todos los que no las conocen, a las cosas; que por mí vayan todos los que ya las olvidan, a las cosas; que por mí vayan todos los mismos que las aman, a las cosas... A qué región me llegaré a buscarte ahora que reposas a mi lado en forma de deseo... Vino, primero, pura, vestida de inocencia; y la amé como un niño. Luego se fue vistiendo de no sé qué ropajes; y la fui odiando sin saberlo... Ser en la vida romero ,romero solo que cruza siempre por caminos nuevos; ser en la vida romero, sin mas oficio sin otro nombre y sin pueblo. Ser en la vida romero... romero. solo romero... El médico me manda no escribir más...Tiempo y silencio han dado un hombre que comparte su nada... Asistía cada tarde, en la pared caliza, a la observación científica del hecho: la ausencia del alma de las cosas... Alma que vas huyendo de ti misma, ¿qué buscas, insensata, en las demás?...Pero yo no recuerdo la palabra con que me hice dueño de mí mismo... ¡Si me llamaras, sí, si me llamaras! Lo dejaría todo... Y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno... Es verdad que me amo y me contemplo desnudo en el espejo de mi sueño... Trabajo, amo, escribo, cuando la vida prende... Entre el dolor y el placer median tres criaturas, de las cuales la una mira a un muro, la segunda usa de ánimo triste y la tercera avanza de puntillas; pero, entre tú y yo, sólo existen segundas criaturas... Hay libros que se escriben sobre la carne misma. Son esas cicatrices que nos hablan y sangran cuando el tiempo se rinde a su derrota... Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso... ¡Yo no sé qué te diera por un beso!...Soy un hombre que habla, hace una pausa, escucha, y después sigue hablando sin otra pretensión que ese relato menor y fragmentario que ofrece a quien espera unas u otras palabras e inclusive el silencio... El espejo prolonga el enigma inicial de la mirada... Largo es el arte; la vida en cambio corta como un cuchillo Pero nada ya ahora—ni siquiera la muerte, por su parte inmensa— podrá evitarlo: exento, libre, como la niebla que al romper el día los hondos valles del invierno exhalan, creciente en un espacio sin fronteras, este amor ya sin mí te amará siempre... Corazón de poeta, tiempo perdido, eternidad que vuelve, danza de siglos...”

Gracias, poetas, por esta única voz: la poesía de todos.



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jueves, enero 11, 2007

Paseo 60: Narrativas: revista de narrativa contemporánea en castellano. Nº 04-Enero-Marzo, 2007; editado por Magda Díaz y Morales y Carlos Manzano.En: http://www.revistanarrativas.com/




Todavía estoy saboreando mi maravilloso regalo de Reyes: el número 4 de Narrativas, revista editada por Magda Díaz y Morales y Carlos Manzano. La recibí en mi correo por gentileza de mi querida amiga Magda, a la que agradezco su gran dedicación, entusiasmo y esfuerzo por conseguir una revista de estas características y también por brindarme la oportunidad de participar en la misma, todo un lujo, sí señor. Y es que Narrativas es una revista de gran calidad, con un diseño muy agradable y atrayente, que se presenta como resultado de un considerable trabajo de creación y coordinación, y que nos sorprende con una gran variedad de apartados dedicados a relatos, ensayos, reseñas, novedades editoriales, noticias, etc. Su pretensión queda establecida en la presentación del número 4 de la revista que reproduzco a continuación:

Narrativas es una revista electrónica que nace como un proyecto abierto y participativo, con vocación heterodoxa y una única pretensión: dejar constancia de la diversidad y la fecundidad de la narrativa contemporánea en castellano. Surge al amparo de las nuevas tecnologías digitales que, sin querer suplantar en ningún momento los formatos tradicionales y la numerosa obra editada en papel, abren innumerables posibilidades a la publicación de nuevas revistas y libros al abaratar considerablemente los costes y facilitar la circulación y distribución de los ejemplares. En este sentido, hemos optado por editar la revista en formato PDF, ya que permite aplicar técnicas de diseño y maquetación propias de la edición tradicional y a la vez facilita su lectura, ya sea desde la propia pantalla o una vez impresa en papel.
La filosofía de Narrativas es bien sencilla: todo aquel narrador que tenga algo que contar y quiera presentarlo al público, tiene su espacio aquí. Obviamente, a la hora de seleccionar los relatos siempre se atenderá a la calidad literaria y se exigirá un mínimo de esmero en la redacción, pero sobre todo se valorará la posibilidad de dar a conocer voces nuevas en nuestra narrativa. No obstante, una de nuestras más firmes intenciones es no cerrar este espacio a nadie, ni a los nombres consagrados ni a los todavía desconocidos, tratando de conjugar todos los estilos y los temas, para ofrecer de ese modo una visión lo más comprensiva posible de la narrativa contemporánea.”

En cuanto a los colaboradores podemos citar a : Fernando Arrojo – Purificación Ávila – Javier Avilés – Gabriel Bañez – José Ángel Barrueco –Sergio Borao Llop – María Dubón – Blanca Gago Domínguez – Eduardo García Aguilar – Gatito Viejo –Verónica Grossi – Mónica Gutiérrez Sancho – Rodolfo JM – José Luis Justes Amador – Sergio Llorens – SergioManganelli – Pedro M. Martínez Corada – Gustavo Nielsen – Cristina Núñez Pereira – Daniel Pérez – Luis Pita– Óscar Pita-Grandi – Luis Arturo Ramos – Rosa Ribas – Marcos Rodríguez Leija – José Miguel Sanfeliú – CareSantos – Miguel P. Soler – Roberto Tassi – Esther Zorrozua.

Muchos de ellos conocidos también a través de sus bitácoras y de sus comentarios en las distintos espacios que podemos frecuentar en la blogosfera.

Contenido de la revista:

Ensayo
-“El intruso” de Delmira Agustini, por Magda Díaz y Morales
-La adolescencia femenina en “Dublineses”. Las figuras de Eveline y Polly, por Blanca Gago
-Hacia una revisión crítica de la recepción de Sor Juana Inés de la Cruz, desde el siglo diecisiete hasta la actualidad, por Verónica Grossi
-Cortazar en el cine, por Óscar Pita-Grandi


Relato
-El viejo que se parecía a Voltaire, por Eduardo García Aguilar
-El devorador de cuentos, por José Ángel Barrueco
-El duelo, por Rodolfo JM
-Formas del Iris, por Miguel P. Soler
-Julia, por Sergio Llorens
-Lo que soy, por María Dubón
-La pared opuesta de la cueva, por Fernando Arrojo
-Azul, por Mónica Gutiérrez Sancho
-Cocina tomada, por Luis Pita
-Minificciones, por Marcos Rodríguez Leija
-Todos eran iguales, menos uno, por Pedro M. Martínez Corada
-Entre dos fuegos, por Purificación Ávila
-El otro, versión abreviada, por Javier Avilés
-Relato Oblicuo, por Roberto Tassi
-Marcel y el unicornio, por Esther Zorrozua
-El espacio curvo, por José Luis Justes Amador
-Feria, por Sergio Borao Llop
-El café de los micros, por Gustavo Nielsen
-Venecia, por Rosa Ribas
-La cara de Marte, por José Miguel Sanfeliú
-El viaje, por Sergio Manganelli
-Mañana con higos, por Agustín Cadena

Novela
-La cisura de Rolando (capítulo I), por Gabriel Bañez

Narradores
-Luis Arturo Ramos
-Care Santos



Reseñas:

-JACQUES EL FATALISTA, de Denis Diderot.
Por Magda Díaz y Morales
http://apostillasnotas.blogspot.com/


-SEGUNDOS AFUERA, de Martín Kohan.
Por Blanca Gago Domínguez
http://www.palabrablanca.com/



-TRISTANO MUERE, de Antonio Tabucchi.
Por Gatito Viejo
http://www.saborliterario.blogspot.com/


-EL SILENCIO DEL AVIADOR, de Paul Nothomb.
Por Daniel Pérez
http://www.lacoctelera.com/comeclavos




-LA VIDA EXAGERADA DE MARTÍN ROMAÑA, de Alfredo Bryce
Echenique.
Por Cristina Núñez Pereira
http://blogs.ya.com/lomejordeloslibros




Mi paseo todavía no ha concluido, aún me faltan por recorrer pequeños tramos de la mano de algunos de los autores aquí contenidos y voy a ponerme a ello. Las letras comienzan a andar, hay un largo camino por recorrer y mucho por disfrutar. Les Invito a pasear por esta estupenda revista, amigos interesados en la literatura, porque es, sin duda, el resultado de un trabajo bien hecho. Que ustedes paseen bien.

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