lunes, julio 02, 2007

Paseo 67: 99 Cartas de Amor; Barcelona: Random House Mondadori , Debolsillo, 2007



Querido paseante:
Espero que por la presente te encuentres bien de salud, que tus proyectos vitales no te quiten mucho tiempo y que dispongas de un ratito para charlar conmigo, como bien solíamos hacer en tantos otros paseos. Es un poco tarde. Ya ha oscurecido, pero la voz suena quizás mejor de esta manera. Los grillos cantan a lo lejos, quizá en alguna maceta olvidada de la ciudad. Parecen hacernos compañía. Intentan contarnos historias, tal vez, pero soy yo el que quiere hablar ahora, verás, 99 Cartas de amor, el libro que leí hace nada, y del que quiero hablarte , es una selección deliciosa de cartas de personajes célebres, de escritores como Flaubert, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Marcel Proust... figuras históricas como Alfonso XII, Eugenia de Montijo... científicos como los Curie o Sigmund Freud... músicos, como Chopin, Listz... Tantos otros...El libro aparece estructurado en tres partes: Amor platónico, Amor apasionado, Amor contrariado. En esta selección se dan cita los más diversos sentimientos: amores prohibidos, pasiones desbordadas, frustraciones, deseos, secretos, placeres, curiosidades, lamentos y un sinfín de sentimientos que parecen aflorar detrás de estas bellas palabras. Puro escalofrío, te diría. Una vida detrás, muchas vidas, noventa y nueve, nada menos, amigo. Interesante apuesta la de esta editorial que rescata el género epistolar, tan olvidado y tan necesario. Verás, juzga tú mismo, te leo algunos fragmentos:

Usted me pregunta si he conocido también el amor no-platónico. Si se cambiase un poco la pregunta formulándola de esta manera: ¿ si he vivido la dicha del amor pleno?, entonces contesto: ¡No, no, no! Creo, por otra parte, que también mi música contiene la respuesta a esta pregunta. Si usted, en cambio, me preguntara si conozco todo el poder, la infinita fuerza del amor, entonces respondería: ¡Sí, sí, sí! Y repito que he tratado cariñosamente de expresar a través de la música el martirio y al mismo tiempo las delicias del amor. Si lo he logrado, no lo sé: que lo juzguen los demás.” [...]
(Pág. 45, Chaikovski a Nadia Filaretovna. Febrero de 1878)


[...]“¡Ay!, la verdadera alegría está más adentro, Zenobita, y dura más. No se acaba, ni se cansa con el cuerpo. Esta es la que yo quiero, ¡la que no se acaba nunca!”[...]
( Pág. 228-9, Juan Ramón Jiménez a Zenobia Camprubí. Lunes noche, verano de 1913)


[...] “¿Y esas serán mis rosas? Y ¿acaso no es esto un jardín que florece para ti, alma incomprensible? ¿Acaso hay alguna que no hayas hecho crecer tú con el sol de tu corazón? “[...]
(Pág. 237, Rainer Maria Rilke a Benvenuta. 1913-1914)

Lunes, en “nuestro rincón”.
Aquí, en nuestro rincón, vida mía, empiezo mi carta cuando tú no habrás llegado todavía a tu casa. Así combato yo la amargura de este momento terrible de la separación, ese principio de tu ausencia, tan violento, que es tanto como un desgarrón en las entrañas. Porque así pienso yo que estas palabras mías te llegan al oído y te acompañan en el camino. ¡Adiós, mi diosa, mi vida, mi gloria!
[...]
(Pág. 321, Antonio Machado a Guiomar. Sin fecha)


Te presto el libro, si quieres, paseante amigo. Aquí va





Deseo que lo disfrutes. Espero noticias tuyas. Un fuerte abrazo,

Tu siempre amigo, Gatito viejo

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