Podría decirse que esto es un no paseo, según se mire. Durante un tiempo bastante largo no podré actualizar el blog. Tampoco podré leeros seguramente con la frecuencia que desearía. Os dejo con mis anteriores paseos. Espero que os entretengan, a veces releer es una opción. Imaginad que paseamos juntos de nuevo. En cuanto que pueda vuelvo. Un abrazo a todos. Pido perdón por anticipado por no contestar a los comentarios que puedan surgir. Adiós. Os echaré de menos.
domingo, noviembre 25, 2007
Podría decirse que esto es un no paseo, según se mire. Durante un tiempo bastante largo no podré actualizar el blog. Tampoco podré leeros seguramente con la frecuencia que desearía. Os dejo con mis anteriores paseos. Espero que os entretengan, a veces releer es una opción. Imaginad que paseamos juntos de nuevo. En cuanto que pueda vuelvo. Un abrazo a todos. Pido perdón por anticipado por no contestar a los comentarios que puedan surgir. Adiós. Os echaré de menos.
viernes, octubre 05, 2007
Venga daditos, un paseíllo...De enlace en enlace y tiro porque me toca, aunque esto no es el juego de la oca, pero tanto da. Es el juego de los enlaces. Leo aquí y allá y tiro porque me toca, mire usted. Acabo de sacar un cinco y las ocas o golpes de suerte acuden sin cesar. Las casillas, o los enlaces van apareciendo. Comienzo a navegar: Hace poco Elbucaro nos regaló ese rato con sabor a plata excepcional que todavía estoy saboreando. Meritxell estaba para pocas risas y Cochambre inaudita entregaba otro buen relato de las horas muertas. A. Valverde nos contó su fascinación por esos afortunados tituladores profesionales y nos regaló muchos de sus magníficos comentarios. Gonzalo Hidalgo jugaba con ingenio y descubría una vez más que "nada tiene remedio y todo tiene remedo".M.A. Lama recorre las bibliotecas sin salir de casa en internet y nos informa en Pura Tura de la temporada teatral en Cáceres. Daniel Casado comienza octubre con sus interesantes propuestas del club de lectura de Trujillo. Gatopardo está que trina, un gato en el olivar de Chamartín, no se lo pierdan. Felipe Londoño, eterno en su ábaco de palabras, sigue despertando pasiones. Puerto Astérix , tras el susto de aquí atrás, pone sobre el tapete las características de los blogs y sus peculiares visitantes. La espina de Tautina, nuestra Tau, artista de la navegación con palabras seguirá en algún lugar que todavía no descubrí, un avisito, Tau. La piedra de Sísifo se esfuerza tanto en las subidas que cada día nos regala mejores post. Leyendo a la sombra me relajo. Siempre tiene tanto que contar que me gusta escuchar en silencio, saboreando cada palabra. Miradas y sus bellos poemas de amor sobre el asfalto, su sensibilidad siempre mostrada. Orsai estrena libro, recopilaciones de sus relatos. Cuchitril literario, y su esclavo lector que todos deseamos, siempre haciendo generosos regalos a diario. Leetamargo todavía veranea , nos deja sus relatos, toda una gozada. Las piedras en el río de José Mª Lama y sus muchas historias, algunos descubrimientos interesantísimos. José Tato dejó activando la disidencia, buen viaje. Siempre te recordaremos. Ismael Rozalén renuncia a las fotos impresionado en uno de sus estupendos post, ya leerán el motivo. Portorosa entre chistes nos vende consejos al gusto de Portorosa, todo un reto. Roberto Zucco y su nuevo blog, todavía más interesante si cabe. Javier Alcaíns, magnífica web. La mirada humilde y distante de Jesús García Calderón se hace cada día más imprescindible. La Divina Comedia de Vailima y su agudeza visual. Me encanta ese amor al arte. Santos Domínguez en su bosque extranjero que nos habla del ángel caído, interesantísimo post. Zuriñe, y su gusanillo de los libros, siempre aportando interesantes propuestas. Fco Aranguren, abriendo a cada instante una ventana, acaso una puerta en sus innumerables blogs...Princesa de hojalata, mi Princesiña, mirada original sobre Granada, tan especial. ¡Cómo me gustó! Manuel en su gravedad, cada día mejores historias. Sigo buscando a J.Vazquez en su mercadillo de pensamientos. Nunca me cansaré de esperar. J. M. Díez y su locura ordinaria, sus cambios, sus poemas como "símbolos de lo entregado". Solodelibros, apuestas sabias desde propuestas infinitas. E. Gallud, humoradas con sabor inteligente ¡Chapeau! Gracias por hacerme reír a cada instante. Apostillas literarias con regalos recientes, Narrativas, y propuestas para leer. Clarice Baricco, las palabras son mis ojos, tú nuestra esperanza colgando porqués. Pies Diminutos, todas las variantes y extensiones del arte y la literatura, esto es un hecho, lo haces tan bien... Isabel Romana, mujeres de Roma, tu ilusión y la nuestra. Puri Ávila vive por y para escribir rodeada de retahílas que son auténticas joyas. De Peonia no me olvido y su universo de cosas mínimas, qué delicia. Nina London está leyendo, siempre su profesor ojitos... Mi querido Ángel, noctambulario poeta visionario.Revista El coloquio de los perros, mucho bueno por descubrir. Agregador cultural, un proyecto estupendo de centralización de blogs, enhorabuena por los éxitos. Sfer y su librosfera. Proyectó coleccionando principios, y nos invitó a todos a participar, todo va viento en popa. ¡Qué ilusión! Joaquín Varela en la mar de libros, gracias por tu entrada del 11 de Septiembre en el que incluyes a estos paseos entre los blogs que te gustan, todo un honor. Gracias.
Mis enlaces, y tiro porque me toca. Gané la partida con todos vosotros. Conocer vuestros blogs ha sido lo mejor que me ha pasado. Leeros es una gran satisfacción. No os conozco personalmente, pero los afectos de la blogosfera también son importantes. Es un nueva forma de sentir. Leyendo vuestros post me siento como en casa. Paseo y paseo sin cansarme. Como el que sabe que unos cuantos pasos más le aportarán un gran beneficio. Y eso encuentro. Placer, un gran placer en leeros.
He querido dedicaros este paseo, a vosotros, esos amigos a los que leo y que me leen. Esos amigos que a veces me regalan sus comentarios, o a esos que me acompañan en silencio por las distintas veredas. Esos que comparten conmigo sus intereses, sus preocupaciones, sus pasiones. Siento su apoyo cerca. Sé que si encuentro una piedra en el camino su brazo estará ahí para levantarme. Esta tranquilidad, esta confianza, este sentir, me aporta una gran felicidad. Y no es exagerado. Hace algún tiempo, cuando se crearon estos paseos, en agosto de 2005, comencé a andar en solitario. Era un proyecto sin pretensiones, como por otra parte sigue siendo ahora, un desahogo, con necesidades muy concretas: expresar lo que la lectura me produce. Han pasado algunos años y ese proyecto inicial lleno de ilusión se ha multiplicado. Mi blog es mi refugio. A él acudo buscando comunicación. Me convierto en gato, en Gatito viejo, y tomo la palabra. Sólo soy el gato que tuvo siete vidas y ya agotó algunas tras algún que otro susto. Me gusta tumbarme delante de la chimenea y ronronear ante un buen libro. También subir a los tejados y entrar a las distintas casas de los amigos que me regalan sus pensamientos y sus palabras. A veces juego al ovillo y se me enreda la lana. Suelo maullar contento, aunque en ocasiones saco las garras, bien afiladas y dispuestas. Me crearon como Gatito viejo y como gato me quedo porque así soy feliz (Maullidos varios).
Y es que este heterónimo me persigue y se ha hecho imprescindible en mi vida. Me gusta conversar con él. No importa quién esté detrás en realidad, así lo veo. Gatito viejo es él mismo. Está tan lleno de vida que una identidad no sería suficiente para resumirlo. Se ha apropiado de una parte de mí, casi me ha absorbido por completo y esto lejos de preocuparme me sosiega. Me dice que os transmita lo mucho que os quiere y os necesita, le da reparo deciroslo... Os manda unos maullidos y un adiós, un hasta el próximo mes, tal vez, porque lee mucho y escribe poco. Se pasea sin cesar.
Etiquetas: El juego de los enlaces
domingo, septiembre 09, 2007
In memoriam
Umbral, estás en los periódicos, en la radio, en la televisión, en internet, en las charlas de los cafés, en boca de tus amigos, de tus enemigos, de la gente que no ha leído tus libros, de los que sí los han leído...
Te has ido, nos dicen, pero tú has venido aquí a hablar de tu libro. Nada quieres saber de otras cuestiones. Exiges hablar de tu literatura: tu vida. Eres un personaje polémico, atrevido, extravagante, de talante altivo (a veces pareces un dandi).
Has venido aquí a hablar de tu libro, haces bien, es lo que te importa. Alguien dijo que tú no eres el mejor escritor, pero sí el que mejor escribe. No sé si estarás de acuerdo. Yo no entro en detalles. Te has ido y yo me quedo pendiente de tu libro, porque de eso se trata, el que ahora leo tras tu marcha, Los metales nocturnos, el que leía antes de que te fueras. Me quedo atrapado en sus giros y expresiones dentro de una novela de ambiente decadente en un Madrid de droga, sexo, putas, narcos, camellos, persecuciones, cárceles, escritores en busca de sí mismos... Me pierdo detrás de esa "luna que se ha parado como un reloj", entre esa "conjuración de azules", tras ese "racimo de jardines", entre una muerte que "es el ama de llaves de los solitarios", detrás de "ese hombre que sube una escalera", tras "esa sobredosis de whisky, y a mí el whisky siempre me da lírico, como a otros les da matón"...Porque, después de todo, lo lírico flota en ese ambiente cutre y decadente donde un escritor llamado Jonás deambula toda una noche por temor a la muerte. Lo lírico está también en Onésima la pardala, en su ternura inocente, en la Gata María que busca en la cárcel un rayo de sol en la ventana, en ese agobiante mundillo que refleja el vacío de la existencia, el absurdo, el sinsentido.
De toda esa galería de personajes de la novela: El Papa Julián, Defoe, Jacob Jacob, Tomás Tomás, Ada, Juarecito, Culo Rosa, Electa, Jonás, Umbral...Me quedo con esa ternura disfrazada de humor ácido, mordaz, irónico en esas alusiones intertextuales tan frecuentes, con tu sensibilidad lingüística, con ese estilo tan personal y cuidado.
Me enternece ese amor a los gatos reflejado en tu obra y en tu columna periodística"los placeres y los días": "El gato es al tigre lo que el violín a la música".
Siempre estarás vivo en tus libros, Umbral, y si existe la reencarnación seguro que serás gato. Nuestras siete vidas, ¿recuerdas?
"Yo he venido a hablar de mi libro", grandioso.
Etiquetas: Francisco Umbral
martes, agosto 07, 2007
Hoy podría empezar este paseo confesando que no he leído este libro, que lo he visionado. Me senté en la butaca al final del pasillo y asistí al estreno de una película todavía no filmada donde los seres reales no son más que personajes y donde los personajes comienzan a tener vida propia. Los acontecimientos se suceden atropelladamente y son presentados en diferentes versiones para despistar al lector o para que elija lo que más le guste. Y es que esta novela, este thriller psicológico tan magníficamente ideado, tan lleno de imágenes, tan rico en matices, tan trabajado, es un auténtico homenaje al cine, a la técnica narrativa, a la creación, donde el lector- espectador llega a convertirse, por efecto de mímesis, en casi el propio creador de la trama, de la película, de la obra. Porque es éste el efecto que produce. Uno aprende a crear historias derivadas, posibles soluciones a los conflictos. Uno aprende a interpretar, a reunir pesquisas, a desenredar la madeja, a dudar... y, cuando esto ocurre, todo se viene abajo de repente, todo se empequeñece. Las cajas chinas se desintegran. La intriga criminal llega a parecer lo que no es. ¿Es esta la novela que leemos? ¿Es esta la película no filmada que vemos? Nos creemos lectores avezados y nos dejamos llevar por ello, pero fallamos. Somos torpes lectores ávidos de acontecimientos y el autor lo sabe y juega con nosotros. Nos confunde. Nada es lo que parece. No creas nada de lo que te digo y sin embargo debes saber que así sucedió. Es la gran batalla de la inteligencia. Nos medimos en el juego. Esto es un hecho. Presenciamos distintos temas, acontecimientos históricos, cine que puede cambiar el curso de la historia, amor que puede traspasar cualquier límite, libertad buscada a toda costa y, sobre todas las cosas, una trama en donde todo encaja a pesar de la aparente confusión, engancha, te hace partícipe, te atrapa.
Y al final de esta aventura, no podría llamarla de otra forma, todavía resonará en nuestra memoria:
Majestad, soy la mujer de las alas grises...¿os acordáis de mí?
Y todo vuelve a comenzar.
Etiquetas: Fernando Marías
lunes, julio 02, 2007
Querido paseante:
Espero que por la presente te encuentres bien de salud, que tus proyectos vitales no te quiten mucho tiempo y que dispongas de un ratito para charlar conmigo, como bien solíamos hacer en tantos otros paseos. Es un poco tarde. Ya ha oscurecido, pero la voz suena quizás mejor de esta manera. Los grillos cantan a lo lejos, quizá en alguna maceta olvidada de la ciudad. Parecen hacernos compañía. Intentan contarnos historias, tal vez, pero soy yo el que quiere hablar ahora, verás, 99 Cartas de amor, el libro que leí hace nada, y del que quiero hablarte , es una selección deliciosa de cartas de personajes célebres, de escritores como Flaubert, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Marcel Proust... figuras históricas como Alfonso XII, Eugenia de Montijo... científicos como los Curie o Sigmund Freud... músicos, como Chopin, Listz... Tantos otros...El libro aparece estructurado en tres partes: Amor platónico, Amor apasionado, Amor contrariado. En esta selección se dan cita los más diversos sentimientos: amores prohibidos, pasiones desbordadas, frustraciones, deseos, secretos, placeres, curiosidades, lamentos y un sinfín de sentimientos que parecen aflorar detrás de estas bellas palabras. Puro escalofrío, te diría. Una vida detrás, muchas vidas, noventa y nueve, nada menos, amigo. Interesante apuesta la de esta editorial que rescata el género epistolar, tan olvidado y tan necesario. Verás, juzga tú mismo, te leo algunos fragmentos:
“Usted me pregunta si he conocido también el amor no-platónico. Si se cambiase un poco la pregunta formulándola de esta manera: ¿ si he vivido la dicha del amor pleno?, entonces contesto: ¡No, no, no! Creo, por otra parte, que también mi música contiene la respuesta a esta pregunta. Si usted, en cambio, me preguntara si conozco todo el poder, la infinita fuerza del amor, entonces respondería: ¡Sí, sí, sí! Y repito que he tratado cariñosamente de expresar a través de la música el martirio y al mismo tiempo las delicias del amor. Si lo he logrado, no lo sé: que lo juzguen los demás.” [...]
(Pág. 45, Chaikovski a Nadia Filaretovna. Febrero de 1878)
[...]“¡Ay!, la verdadera alegría está más adentro, Zenobita, y dura más. No se acaba, ni se cansa con el cuerpo. Esta es la que yo quiero, ¡la que no se acaba nunca!”[...]
( Pág. 228-9, Juan Ramón Jiménez a Zenobia Camprubí. Lunes noche, verano de 1913)
[...] “¿Y esas serán mis rosas? Y ¿acaso no es esto un jardín que florece para ti, alma incomprensible? ¿Acaso hay alguna que no hayas hecho crecer tú con el sol de tu corazón? “[...]
(Pág. 237, Rainer Maria Rilke a Benvenuta. 1913-1914)
“Lunes, en “nuestro rincón”.
Aquí, en nuestro rincón, vida mía, empiezo mi carta cuando tú no habrás llegado todavía a tu casa. Así combato yo la amargura de este momento terrible de la separación, ese principio de tu ausencia, tan violento, que es tanto como un desgarrón en las entrañas. Porque así pienso yo que estas palabras mías te llegan al oído y te acompañan en el camino. ¡Adiós, mi diosa, mi vida, mi gloria!” [...]
(Pág. 321, Antonio Machado a Guiomar. Sin fecha)
Te presto el libro, si quieres, paseante amigo. Aquí va
Tu siempre amigo, Gatito viejo
Etiquetas: Cartas de amor
viernes, mayo 18, 2007
La musicalidad de los versos de este libro hace que suene una canción dentro de nosotros mismos y pronto nos descubramos tarareándola sin más. Se ha llevado a cabo todo un proceso de apropiación. Cual amigos de lo ajeno hemos ido memorizando versos surgidos de lo más profundo de la experiencia. Los ojos se abren desmesuradamente a medida que pasean por unos versos cargados de significado. La realidad, ahora sí, comienza a ser a través de la mirada de un poeta que ha sabido transmitirnos la esencia de las cosas, la inquietud y la emoción, el temor y el desconcierto, el amor y el dolor, la sapiencia de la vida y de la muerte, todo ello aderezado con el ingrediente principal: la pasión por la escritura, por la creación artística. Vista esta con una mirada limpia, planteando de nuevo en ella los eternos interrogantes del hombre: su sentido, su renovación, su permanencia o finitud.
"¿Y para qué poetas? /¿Para qué un ser se inclina sobre el abismo blanco / del papel, descompone/ su amor venido a rabia, sus verdades/ en una verdad única, sus vidas/ en una sola vida? // ¿ Y para qué poetas? / ¿Para qué la palabra en el silencio/ y el amor en la muerte? / ¿Para qué la esperanza de trocar lo insalvable/ y salvarlo? // Poetas. /¿ Y para qué poetas a esta altura?/ A esta altura de sed y de pregunta. / A esta altura fundada contra el vértigo/ por vocación de salto y plenitud. "
(“Altura”, pág. 13)
[...] “supo el vértigo/ de discreparse libre, de saberse/ dotado del poder de la palabra./ Definitivamente, esta es la historia/ y el sino que aguardamos: / algún día sabremos del origen/ y del final del hombre/ desde esta gruta mágica, su idioma. “
(“El Idioma”, pág.24)
[...] “Desprovisto/ de sueños crece el hombre, como el pájaro, / como la muerte crece, / libre, en fuga. // Todo en la vida fluye hacia su término. / Todo en la vida inventa su delirio/ de vuelo, maravilla y extinción. “
(“Los pájaros (Drama y símbolo) “, pág. 15)
[...]“Su idioma está en la piedra y en el agua: / una y otra se encuentran, se modelan, se ajustan, / predisponen un todo. // Por eso alguien (nos) habla detrás de estas palabras. /Alguien. / Alguien susurra, de lejos, lo cercano. [...]”
("Sujeto innominado", pág.33)
“La caja vacía” es un poemario estructurado en dos partes cuyos títulos respectivos son: II “La caja vacía” y II“Los irreales”. En la primera parte las citas iniciales de Julio Martínez Mesanza: “ Todo lo que alcancé ya no me sirve" y de Harold Kushner: “¿Qué hay de terrible en que mire el interior de una caja vacía?” parecen presentar de manera sintética lo que encontramos en nuestro paseo por los versos de José Manuel Díez: un recorrido vital a través de unos objetos que adquieren carácter metafórico en poemas tan significativos como “El objeto y su creación”, (pág. 14), “La caja vacía” (pág. 17), entre otros. El carácter existencial y reflexivo parece claro en esta primera parte. En el poema “La caja vacía” podemos leer:
“ A veces, en la larga/ media luz de este cuarto, en el silencio/ de mis meditaciones, hallo el signo/ de una vaga figura, / de un objeto cualquiera abandonado/ al polvo progresivo de las horas, / tal como un abrecartas, / un taco de billar, dos posavasos verdes, / una caja vacía. // Utensilios inútiles más allá de su uso/ pero que, sin embargo, / sirvieron para dar cauce con ellos/ -como con muchos otros- / a la belleza vacua de los días, / y por los que recuerdo/ realidades análogas tal vez más substanciales. [...]”
(“La caja vacía”, pág. 17)
Donde el objeto tiene un valor simbólico a través de los recuerdos: Abrecartas= amor (Berta); tacos de billar= amistad (Luisito) ; posavasos= poesía (Juan Antonio); la caja vacía= “Todo lo que no tengo y me hace libre” (el propio yo).
Recuerdos, objetos y personas están condensados en este poema de gran trascendencia y sinceridad. Un poema que comparte título con el libro y que es una buena muestra del mismo.
También están presentes en todo el poemario los recuerdos familiares, la añoranza por tiempos pasados, por personas queridas que ya no están, por ese pasado que se fue, pero que permanece vivo en la memoria. Podemos verlo en poemas como “La casa del pozo” (pág. 26), “In Horto” (pág. 22), por ejemplo.
La literatura, la poesía, el homenaje a la palabra, sobresalen como si de un leitmotiv insistente se tratara. Poemas como “Sujeto innominado” (pág. 33) “Sanchificación de Quijano” (pág.35), “Lección de muerte” (pág. 31) y tantos otros, parecen insistir en el valor de la palabra como comunicación, como símbolo, como enigma, como esencia del ser humano. La palabra que lleva a la creación artística. Es una voz sin nombre, sin acento, sin idioma, una voz cercana y lejana al mismo tiempo. Una voz que conoce y calla. ¿La voz tal vez del poeta universal?
Por otra parte, el valor de las ilusiones, los proyectos, la imaginación por encima de la realidad parecen reforzarse insistentemente a lo largo del libro. Leemos en uno de los poemas:
[...]” tal vez sí me creerías/ - me quisieras creer- cuando te digo/ que logré ver gigantes donde sólo hay molinos”
( “Sanchificación de Quijano”, pág. 35)
En la segunda parte, “Los irreales”, las citas de Giovanni Quessep: “Todo esto fue la alondra, y hoy es polvo” y de Emily Dickinson: “Soy nadie.
¿Tú quién eres? ¿ Eres tú también nadie?” parecen abrirnos paso por el camino tortuoso que emprende el poeta hacia su propio oficio de escribir. Es como si una fuerza imperiosa le obligase a hacerlo, como si el sueño se negase y sólo cediese a los designios del poema. El poeta se rebela, se hace preguntas, no entiende su afán. Finalmente obedece, es una fuerza mayor.
[...] “¿Qué sino irremediable me somete/ al espanto del verso?/ ¿Qué obediencia tan íntima me fuerza?/ ¿Qué trasnochada sombra me persigue?/ ¿Qué desvelo me asalta?”
(“Desvelo”, pág. 43)
Los temas poéticos, en esta segunda parte, han ido más allá para adquirir un carácter social. Es preciso rendir homenaje a elementos no frecuentes en la poesía. Esos elementos que carecen de grandilocuencia, que son humildes, cotidianos, diferentes. Aparecen poemas de gran belleza como “Alguien debe cantar a la ciruela” (pág.44) de gran sentido ético y solidario, muy presentes en este tipo de poemas. Encontramos muchos de iguales características que parecen subrayar la necesidad de corregir, perdonar, comprender, aceptar las diferencias e incluso cambiarlas. Entre ellos: “Soldadito de plomo” (pág.47):
“Te arranqué la ballesta y te puse la flor: alegraste la cara”)
Otros como “Los contrarios (pág. 48) “ Cántico de las criaturas” (pág. 49) “ Oración esencial” (pág. 52), “Envío al hombre que seré” (pág. 54) “Incola Terrae” (pág. 69) , “Los irreales” (pág. 63), Disección de la furia” (pág. 64), “ Ficción del hombre oculto” (pág. 70), “Razón íntima” (pág. 71)
“De todos mis recuerdos, / sobrevienen a veces/ a mi ilusión los besos que no di, las palabras/ que jamás pronuncié, los necesarios/ aromas de una tierra que no pisó mi pie, / aun deseándola. “
(“ Los irreales”, pág. 63)
“Tu voz, con su opinión, es respetable./ La contraria, también. / Nunca lo olvides. [...]
(“Los contrarios” ,pág. 48)
[...] “Hay que amar a los locos. Hay que amarlos” [...]
( “Oración esencial”, pág. 52)
“ Yo soy una de esas. / Vinieron a morderme los labios tantas veces, / a palparme los pechos en entrega, / a desnudar mi torso, a convertirme/ de una mirada en sombra de mí misma, / que ya olvidé el remanso de paz que deja el beso/ del hombre enamorado. “ [...]
(“Cántico de las criaturas” , pág. 49)
[...]” Lo llaman poeta. /Aprendió a no llorar sin un motivo, / casi siempre piadoso, / se compró un plumier nuevo y echó a andar/ detrás de una manzana que rodaba./ Vivió con la esperanza del que crea. / Se sintió muchas noches, como todos, /el ser más afligido de este mundo. // ( Si lo ven algún día, díganle/ que lo sigo esperando en el silencio/ de un verso nunca escrito, de un jamás, / de una mirada puesta en el mañana.)"
( “Envío al hombre que seré”, pág. 54)
[...] Yo soy por siempre este/ que no sabe quién es, pero sonríe. / Y albergo en mi locura progresiva/ siete poetas tristes y once alegres."
("Incola Terrae", pág. 69)
[...] “Por todas mis palabras muere un hombre/ con la boca entreabierta, / con la boca entreabierta, suspendida, / sin llegar a decir lo nunca dicho.”
(“ Ficción del hombre oculto”, pág. 70)
Versos con sentido de cierta denuncia, cargados al mismo tiempo de empatía, de generosidad, de esperanza, donde el lenguaje consigue manifestarse a veces de manera sorpresiva, permitiendo que fondo y forma consigan ser dos caras de la misma moneda. El resultado es un lenguaje preciso y depurado. La belleza de los versos está presente en poemas como “Ficción nocturna”, casi un delirio, con carácter irreal, donde la palabra se asocia a otras y se recubre de hermosas imágenes oníricas que nos recuerdan el surrealismo, aunque no es esta la tendencia general del poemario. Es más, es preciso hablar, en muchas ocasiones, de un lenguaje conversacional muy cercano al que utilizamos en nuestra vida cotidiana.
Para acabar señalaremos que en el libro están presentes un mundo real y otro imaginado, pero tanto da, la simbiosis es perfecta, todo es posible en este universo que nos presenta “La caja vacía”, un poemario lleno de aciertos que ha conseguido ser XVIII Premio Cáceres, Patrimonio de la Humanidad ( 2005).
Lo confieso: nunca un premio me gustó tanto.
Etiquetas: José Manuel Díez
domingo, abril 22, 2007
Paseo 65: Día del libro
23 de Abril de 2007.
Me visto de gala: voy a celebrar “El día del Libro”, ¡Marramiau! Con cara de Shakespeare, espíritu de Cervantes y hasta del Inca Garcilaso, salgo a la calle dispuesto a disfrutar de este día de celebraciones varias: charlas, exposiciones, concursos literarios, lecturas públicas, firma de libros por sus autores...Paseo por las calles abarrotadas de gente con flores y libros por doquier: rosas, claveles, margaritas, azucenas, amapolas... Hoy, Júpiter, de Luis Landero; El corazón helado de Almudena Grandes; Cien años de soledad de García Márquez; La misma luna de Benítez Reyes; Viajes por el Scriptorium de Paul Auster; Poemas de Luis García Montero; Los libros arden mal de Manuel Rivas; La cosa en sí de Andrés Trapiello; La muerte pegada a las uñas de Enrique Murillo; Esta luz. Poesía reunida de A. Gamoneda; Paradoja del interventor de Gonzalo Hidalgo Bayal; La verdad de las mentiras de Vargas Llosa; La fortuna de Matilda Turpin de Álvaro Pombo; La magia de leer de José A. Marina; Ni Dios mismo de Pilar Galán; Ligero de equipaje de Ian Gibson; La caja vacía de José Manuel Díez; Las pequeñas memorias de José Saramago; Escribir es vivir de José Luis Sampedro; Lunas de agosto de Justo Vila; Ninguna necesidad de Julián Rodríguez; La caza salvaje de Jon Juaristi; Canciones del que no canta de Mario Benedetti; Arco del paraíso de José Luis García Martín...
¡Por favor, pronto, mi diez por ciento!... Me dan una rosa y me hacen el diez por ciento de la tanda de libros que me llevo. Me entregan también unos marcapáginas: Cervantes, Shakespeare, el Inca Garcilaso... Enseguida el frenesí: aquí autores y su firma, allá unos carteles con las últimas novedades, detrás las colas, las firmas, los autores... No sé dónde acudir...Me encamino casi abatido con los libros bajo el brazo, o bajo la pata, vaya usted a saber, que con esto de los heterónimos uno no sabe ya ni qué escribe...¡Marramiau!... Me siento en un banco a descansar. Ojeo y también hojeo los benditos libros. Enseguida me olvido del barullo, de los anuncios, de la música, del olor a flores, de las firmas, de las colas...sólo leo. El espíritu de D. Quijote vuelve a surgir:
Etiquetas: Día del libro